En las últimas semanas he hecho varias veces una cheesecake de chocolate que ha resultado ser realmente un éxito. Todo comenzó cuando mi hijo pequeño me pidió que para su tercer cumpleaños le hiciera una tarta de chocolate y frambuesas, sus dos «chuches» preferidas. Buscando por la red me encontré una receta en el blog de MegaSilvita que dio como resultado una de las tartas que se ha convertido en un básico en mi casa. La hice modificando básicamente el tipo de chocolate y la cantidad de azúcar, y os aseguro que está súper rica.

Nunca había hecho antes una tarta de queso y chocolate de este estilo. Sí la había hecho de chocolate blanco, que quedaba más densa pero también buenísima. En cualquier caso, si sois amantes del chocolate, definitivamente ésta es vuestra tarta.

Tiene una textura cremosa, súper suave casi parecido al mouse y lo mejor de todo es lo  fácil que es de hacer, por lo que antes de que venga el calor y nos entre el miedo a encender los hornos, probad a hacerla!

¿Qué necesitamos?

PARA LA TARTA
320 gr de queso Philadephia
170 gr de chocolate negro Lindt Postres 70% chocolate
130 gr de azúcar de coco o azúcar integral de caña
60 gr de cremé fraîche – yo la compro de la marca Carrefour, es una tarrina roja
1 cucharadita de extracto de vainilla
2 huevos

PARA LA BASE DE GALLETAS
12 galletas de chocolate – yo las pongo a ojo, de las Minis con formas que compro para mis hijos.
50 gr de mantequilla sin sal

Nos ponemos manos a la obra!

Lo primero de todo será precalentar el horno a 180ºC.

Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla previamente derretida en el microondas. Hacemos una pasta y la ponemos en un molde desmoldable presionando bien para que quede una masa consistente.

Horneamos la base unos 10 minutos y la dejamos enfriar sobre una rejilla.

Mientras vamos preparando la masa de la tarta. Derretimos el chocolate al baño maría.

Batimos el queso untable con el azúcar e incorporamos la creme frâiche y la vainilla y mezclamos todo bien.

Le añadimos el chocolate recién derretido y justo después los huevos, uno a uno, asegurándonos de que queda todo bien mezclado.

Vertemos la mezcla sobre el molde y horneamos en la rejilla del centro del horno 40 minutos a 170ºC y otros 40 minutos 150ºC.

Después dejaremos enfriar en el horno durante una hora con la puerta un poco abierta y finalmente la pasaremos al frigorífico.

Lo ideal sería dejarla en el frigo al menos 2 horas antes de desmoldar. Y ya podremos decorarla como queramos! yo la suelo cubrir con frambuesas, cuyo contraste queda fenomenal tanto de color como de sabor.