Os acordáis de la mermelada de higos que hice el otro día? pues poco después decidí probar a emplearla en algo más que zampármela por las mañanas con dos buenas tostadas y se me ocurrió hacer un cheesecake con este sabor tan dulce y la verdad es que el resultado fue buenísimo.

A decir verdad, este cheesecake podríais hacerlo con cualquier cobertura de frutas, incluso con cobertura de chocolate así que os animo a innovar!

¿Qué necesitamos?
Para la base: 
120 gr de galletas tipo María
40 gr de mantequilla derretida

Para la crema: 
250 gr de queso mascarpone
500 gr de queso ricotta
3 huevos + 2 claras de huevo
250 gr de nata
250 gr de azúcar
Higos en trocitos

Para la cobertura: Mermelada casera de Higos

Nos ponemos manos a la obra!
Para empezar, precalentamos el horno a 130º.
Trituramos las galletas hasta hacer arena de ellas. Las mezclamos con la mantequilla derretida y creamos una masa base. Cubrimos con ella un molde desmoldable de 20 cm y aplastamos la masa con los dedos y metemos el molde al congelador.

En un bol mezclamos los quesos ricotta y mascarpone, los huevos, las claras, le añadimos el azúcar y seguimos batiendo.
Añadimos la nata e integramos bien la masa.
Le incorporamos los higos en trocitos y llenamos el molde con la mezcla.

Horneamos a 130º al baño María durante 1 hora y media. Apagamos el horno y dejamos enfriar dentro hasta que el horno pierda toda su temperatura.

Cuando esté fría, cubrimos con la mermelada de higos y la dejamos en la nevera, mínimo 3 horas, y a disfrutar!!