Este pastel lo hago últimamente para que los niños lleven los viernes algo dulce al recreo. Cada día de la semana les toca algo diferente, fruta, lacteo… y el viernes es galletas o bizcocho. Así que, por evitar que coman mucha bollería industrial, voy intentando hacerles bizcochos, algunos con más exito que otros. Este en concreto les ha encantado.
¿Qué necesitamos?
1 manzana
2 peras
2 huevos
80ml de leche
65 gr de azúcar
1 chorrito de esencia de vainilla
80 gr de harina
1 cucharada de levadura en polvo
40 gr de mantequilla
1 pizca de sal
azucar glass para decorar
Nos ponemos manos a la obra!
Precalentamos el horno a 200º.
Pelamos las mananas y las peras en láminas muy finas, retirando el corazón. Si tenéis una mandolina, es súper fácil, aunque cuidado que las carga el diablo!
Batimos los huevos con el azúcar y la sal hasta que doblen su volumen. Añadimos la esencia de vainilla, la leche y 25 gr de mantequilla derretida.
Añadimos 65 gr de harina tamizada con la levadura y seguimos batiendo.
Dividimos la mezcla en 2 boles. En uno echamos la manzana laminada y en el otro, la pera.
Untamos con mantequilla o forramos con papel de horno un molde cuadrado (el mío es de 20x20cm) Vertemos la masa con láminas de manzana, y encima, la masa con láminas de pera.
Horneamos 35 minutos. Dejamos templar, desmoldamos y servimos el pastel espolvoreado con azúcar glass.
A disfrutar!!
