Ya estamos de vuelta de las vacaciones y, como siempre, hemos pasado una semanita en el pueblo, que viene fenomenal para desconectar del mundo y para encontrarse de nuevo con la naturaleza y la buena comida.
Lo que más me gusta de ir al pueblo es volver con el maletero hasta arriba de comida sana, verdura y fruta de verdad, de los huertos, de la que tiene sabor. Y en verano, sobre todo, volver con dos bueno cubos de higos que me comería a puñados pero que intento racionar para que me duren, y para no abusar de la fructosa que tienen.
Lo que siempre hago con los higos del pueblo es una buena tanda de mermelada para mi madre, mi tía y un poquito para mi.
Esta vez he pensado hacerla sin azúcar ya que hace tiempo que evito en la medida de lo posible tomar azúcar añadido en las comidas.
Y como los higos son tan dulces ya de por si, no es necesario incorporar más cantidad de azúcar. Lo único es que imagino que durará menos porque no lleva el conservante natural que es el azúcar. Pero no creo que nos de tiempo a que se ponga mala.
Os cuento porque es muy fácil!
Que necesitamos?
– 1,200gr de higos
– 25 gr de azúcar de caña integral (lo que supone un 2% de azúcar, cuando / normalmente llevan un 50%)
– 1 limón
Nos ponemos manos a la obra!
– Ponemos en un cazo los higos, en trocitos (no hace falta quitarles la piel, con lavarlos, vale)
– Añadimos el limón sin piel ni la parte blanca, le quitamos también las pepitas porque amargan.
– Añadimos los 25gr de azúcar.
Ponemos a cocer a fuego lento durante media hora y de vez en cuando removemos bien con una cuchara. Cuando esté terminado trituramos y listo.
Si tenéis thermomix es aún más cómodo:
Todos los ingredientes en el vaso, 40 minutos, temperatura varoma, velocidad 1. Al terminar esperar a que baje la temperatura y triturar al gusto. Y ya está lista para tomar como queramos!
A mi me encanta con queso, en unas tostadas en el desayuno, es una delicia.