Llevo bastante tiempo desconectada, y he de pediros disculpas. Por razones que no vienen al caso no he tenido ganas de cocinar demasiado, para seros sincera. A esto se le suma que, como ya creo que he comentado en algún post, se aproxima mi boda y tenía que perder bastante peso, lo que dificulta mucho el cocinar sin poder probar. Pero ya he vuelto, aunque no prometo estar al 200% por el momento porque entre unas cosas y otras no tengo tiempo ni para sentarme.

Pero hoy os traigo una receta de mermelada de limón que está, rica no, lo siguiente. Y que es tan sencilla como la mayoría de las mermeladas. Sólo un truco que leí por ahí para que no quede amarga… 🙂

¿Qué necesitamos?
– 1kg de limones ecológicos (al usar la piel no me gusta usar limones comunes, por eso de no comernos los pesticidas que le echarán)
– 1/2 kg de azúcar
Nos ponemos manos a la obra!
Primero de todo, necesitamos 3 días para hacerla… pero no os asustéis, no son tres días mirando la mermelada, je je. Son 3 días de reposo y limpieza para evitar el amargor.
Lavamos los limones y los cortamos en rodajas. Las ponemos en un bol y las cubrimos con agua hasta arriba.

Lo metemos en el frigorífico y lo dejamos durante 3 días cambiándole el agua dos veces al día.
A los 3 días, escurrimos bien y ponemos los limones con el azúcar en una cacerola y lo dejamos cocer una hora aprox (hasta que el agua que sueltan los limones se haya evaporado y tenga textura de mermelada. Trituramos con la batidora hasta que tenga la textura que nos interese. A mí me encanta encontrarme los trozos de piel y la paso muy poco.

También lo podéis hacer con Thermomix: Troceamos los limones 3 segundos vel.5. Añadimos el azucar y programamos 30 min./Varoma/vel 1.
Quedará un poco líquida pero no os preocupéis, porque en cuanto se enfría espesa bastante. No obstante, si la queréis mucho más espesa, podéis dejarlo unos minutos más.

Cuando ya esté listo, envasamos. Como es para consumo propio, yo no hiervo el tarro. Lo esterliizo hirviendo el bote en una cacerola durante 1 hora y lo relleno con la mermelada en caliente. Cierro el bote, lo dejo boca abajo un día entero y al frigo.

Con ese procedimiento hace el vacío y dura muchísimo incluso fuera de la nevera, pero he de deciros que es un procedimiento casero.

Eso sí, tampoco me suelen durar mucho las mermeladas. La envasé el viernes… y la estrené el sábado para desayunar!!
La tomé con un pan de pita que juraría haberos contado en alguna ocasión porque lo hago muchísimo y está delicioso, pero me acabo de dar cuenta de que nunca os lo he contado, así que la próxima receta, lo tengo claro. Toca «salado-dulce» multiusos, y como siempre, fácil! 🙂
A disfrutar!!