En el mes de abril participé en el reto mensual de Tia Alía con esta receta de pastas de vino, y aunque me salieron ricas, me quedé con el gusanillo de hacer unas pastas aún más auténticas. Además, se me habían quedado algo duras, y no con ese crujir típico de las pastas.

Así que este mes me propuse repetirlas hasta conseguir la pasta perfecta, y aquí la tenemos! por fin me han salido bien!

Esta vez he de confesaros que la he hecho con la TMX. Cada vez la uso más para todo, es realmente cómoda y útil y te permite ganar mucho tiempo en la cocina.

¿Qué necesitamos?
250 gr de manteca de cerdo
125 gr de vino rosado (no tenía blanco por casa y siempre gasto las botellas de rosado para cocinar, jeje)
600 gr de harina de repostería
1 pizca de sal
Azúcar Glass para decorar

Nos ponemos manos a la obra!
Ponemos la manteca en el vaso de la TMX, 4 minutos 37º a vel 3.
Incorporamos el resto de ingredientes (excepto el azúcar glass) y amasamos 30 segundos velocidad espiga.

Sacamos y amasamos con un rodillo con marcas de 10mm. Cortamos con un cortapastas y horneamos unos 30 minutos.

Nada más sacarlos, yo los rebocé con azúcar glass y los dejé enfriar. Así conseguimos que se quede bien pegadito el azúcar glass a las pastas.

Cuando estén frías, a disfrutar!

Quedan ideales en una cajita de cartón para regalar algo casero.