Scones, esos clásicos a la hora del té

Como os comenté en el post del otro día, este año me he propuesto dedicarle tiempo al blog, y en consecuencia, a la cocina, y una de las cosas a las que me he apuntado es al círculo de Whole Kitchen, un «club» online en el que se comparten recetas y en el que todo el mundo puede participar.

Una de las cosas que hace Whole Kitchen es proponer, de forma mensual, una receta tanto dulce como salada, y los blogueros (y los no bloqueros, por qué no!) presentan sus propuestas con algún ingrediente modificado, buscando alternativas, cambiando el procedimiento, y las comparten con los demás.

Y bien, ahora que acabo de «suscribirme» al club, Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Enero nos invita a preparar un clásico escocés: los Scones

Y digo yo… que suerte la mía que no he hecho unos scones en mi vida, ja ja!
Pero quién dijo miedo? allá que vamos con la propuesta del mes!!

La receta base es de JOY OF BAKING pero he cambiado la nata por nata agria y he añadido un poco de bicarbonato.

¿Qué necesitamos?
260 g de harina de trigo
50 g de azúcar
10 g de levadura
1 cucharadita de bicarbonato
una pizca de sal
75 g de mantequilla en cubitos muy fría
1 huevo batido
1 cucharita de extracto de vainilla
120 ml de nata agria

Venga! manos a la obra!

Precalentamos el horno a 190ºC con la rejilla en el centro del horno.

En un bol mezclamos la harina, con el azúcar, la levadura y la sal. Añadimos la mantequilla y mezclamos con ayuda de los dedos, deben parecer migas. Reservamos.

Por otro lado mezclamos los huevos con la nata y la vainilla.

Ahora llega el momento de mezclar ambos preparados hasta que estén bien integrados pero sin mezclar en exceso.

Amasamos en una superficie enharinada, estiramos haciendo un círculo de aproximadamente 18 cm y cortamos con un cortador redondo de unos 6 cm. Llevamos las piezas a la bandeja y pintamos con un poco de leche antes de meter en el horno.